Elegir la pintura adecuada para el exterior de una casa es una decisión crucial, sobre todo si se planea pintar durante las vacaciones de verano. Esta estación ofrece condiciones de secado rápido, pero también somete a las paredes a una intensa radiación solar y altas temperaturas, exigiendo un producto que esté a la altura del desafío.
Para asegurar un resultado óptimo, también es importante tener en cuenta aspectos como el momento del día, la preparación de la superficie y la elección de los colores. Puedes ampliar esta información consultando nuestra guía con consejos para pintar el exterior de tu casa en verano.

Tipos de pintura recomendados para exteriores
La durabilidad y protección de la fachada dependen directamente del tipo de pintura que se elija. A continuación, se detallan las opciones más recomendadas, explicando sus propiedades y beneficios específicos para el clima estival.
Pintura acrílica
Es la opción más popular y versátil. Su composición a base de resinas acrílicas en emulsión acuosa le confiere una excelente adherencia sobre superficies comunes como cemento y yeso. Las pinturas acrílicas de alta calidad forman una película protectora muy resistente a los efectos del clima, incluyendo los rayos UV, la lluvia y los cambios de temperatura. Su rápido secado es una ventaja añadida para los trabajos en verano, permitiendo aplicar varias capas en menos tiempo.
UGARTE FERRETERÍA
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Pintura elastomérica
Su principal característica es su extraordinaria flexibilidad. Esta pintura contiene polímeros elásticos que le permiten estirarse y contraerse sin romperse, lo que la hace ideal para puentear y sellar pequeñas grietas y fisuras existentes en la fachada. Esta elasticidad es especialmente valiosa en verano, ya que la pintura se adapta a la dilatación y contracción de los materiales provocada por los cambios de temperatura. Además, su alta resistencia a la humedad crea una barrera impermeabilizante que protege la estructura de las lluvias estivales.
Pintura de resina de silicona
Considerada una solución de gama alta, esta pintura ofrece un equilibrio perfecto entre impermeabilidad y transpirabilidad. Por un lado, su acabado hidrófugo repele el agua de lluvia, impidiendo que penetre en el muro. Por otro lado, es permeable al vapor de agua, lo que significa que permite que la humedad atrapada en el interior de las paredes se evapore hacia el exterior. Esta «transpirabilidad» es clave para prevenir problemas de condensación y moho. Su superficie, con un efecto autolimpiable, repele la suciedad y resiste la proliferación de algas, manteniendo el color y el aspecto de la fachada impecables por más tiempo. Productos como Hidrosilan Pro de Deepex son un ejemplo de esta tecnología avanzada.
Pintura térmica o anticalor (recomendada para el verano)
Esta es una opción tecnológicamente avanzada y especialmente relevante para el verano. Su fórmula contiene microesferas cerámicas o de vidrio huecas que actúan como un aislante térmico. Estas microesferas reflejan una parte significativa de la radiación solar, especialmente los rayos infrarrojos, que son los que transportan el calor. Al reducir la cantidad de calor que absorbe la fachada, la pintura mantiene la superficie más fría, lo que disminuye la transferencia de calor hacia el interior de la vivienda. Este efecto puede traducirse en un ambiente interior más fresco y en un ahorro energético en climatización de hasta un 30%.
La influencia del color en la temperatura
Más allá de la estética, el color de la fachada juega un papel fundamental en la eficiencia energética de la vivienda, especialmente en climas cálidos y durante el verano.

- Colores Claros: Tonos como el blanco, beige, marfil, grises pálidos o colores pastel son los más recomendados para climas soleados. Estos colores tienen un alto índice de reflectancia solar (SRI), lo que significa que reflejan la mayor parte de la luz y el calor del sol en lugar de absorberlos. Como resultado, las paredes se calientan menos, contribuyendo a mantener una temperatura interior más fresca y reduciendo la necesidad de aire acondicionado. El blanco clásico, por su máxima capacidad de reflexión, ha vuelto a ser uno de los colores tendencia para exteriores en los últimos años.
- Colores Oscuros: Aunque los colores intensos como el negro, el gris antracita o el bronce también son tendencia por su elegancia, su uso en grandes superficies no es aconsejable en climas cálidos. Estos colores tienen un bajo índice de reflectancia y absorben un alto porcentaje de la energía solar, lo que provoca un aumento considerable de la temperatura de la fachada. Este calor acumulado se transmite al interior de la vivienda, incrementando la carga térmica y el consumo energético para su refrigeración. Por ello, se recomienda reservar estos tonos para detalles arquitectónicos o acentos decorativos.
El equipamiento también puede marcar la diferencia
Por último, para completar el trabajo con resultados profesionales, no olvides contar con las herramientas y accesorios imprescindibles para pintar tu casa en verano, como andamios portátiles, cintas de carrocero, paletinas para retoques, o cubetas con rejilla. El acabado y la comodidad del trabajo dependen tanto de la pintura como de los utensilios empleados.
